Coldwater Classic |
En la
manga en la que cayó eliminado Kelly Slater hubo un instante en el que quedó
reflejado, perfectamente, cuál es la clave de lo que le está pasando al
surfista de Florida en este sprint final por el Campeonato del Mundo. Fue
cuando se lanzó, ya con desesperación, al final de la manga, a intentar un aéreo
altísimo, como los que le vimos hacer varios en marzo en Bells. Pero ahora su
aterrizaje fue un gran desastre.
Durante
toda la manga Slater se esforzó, inútilmente, en coger olas buenas. La elección
de las olas es un importantísimo factor, sobre todo en un spot como el de Cold
Water de Santa Cruz. Pero Slater ha venido perdiendo facultades desde
Septiembre, y no era capaz de acertar con su ola ni con sus maniobras.
Es
posible que, a sus años, sea difícil mantener una tan dura y larga temporada
como la que tienen que pelear los surfistas que corren por el título mundial. Y
más un surfista como Kelly Slater, que sufre una enorme tensión, un enorme
estrés, por el acoso de los medios, del público y de sus propios compañeros del
Tour. Y por supuesto de sus propios sentimientos y sensaciones.
Es
cierto aquel refrán gallego “amiguiños sí, pero la vaquiña por lo que vale”.
Muchos quieren ganar y aunque dentro del Circuito todos parecen ser buenos
camaradas, el cuchillo lo llevan debajo del neopreno. No había más que ver el
rostro de sonrisa irónica de Kelly cuando Parko era eliminado por Travis Logie,
o el de Parko cuando Adriano de Souza superaba a Slater, echándolo de la
competición con solo una ola buena (el brasileño ganó con 7,83 y 2,67).
Imágenes que, por cierto, el responsable de la retransmisión bien que se esmeró
en buscar.
Un spot muy peculiar, con agua muy fría |
En esta
lucha por el título Parkinson parece estar más tranquilo, pero en su última
manga, sabiendo que estaba fuera, era incapaz durante la segunda mitad de la
manga de coger olas. Hay momentos en que el australiano se pone radicalmente
apático y se viene abajo. Slater, por su parte ha caído incluso (¡Oh my God!) en una cierta torpeza, a la hora de hilvanar maniobras. Incluso estuvo a punto
de provocar (otra vez) una interferencia de la que se libró porque Souza –a mi
modo de ver- tuvo la gentileza de sacarse de en medio quizás porque no quería
hacerle una putada al americano.
Gabriel Medina, volando. |
Mick
Fanning se fue asimismo en la segunda ronda. Este es otro que parece estar
cansado y a años luz de Bells y de Teahupoo, ya que, como Kelly, desde
septiembre va de capa caída.
Todo
esto es muy normal en el deporte de alto nivel. Cuando se trata de deportes en
los que hay que estar en forma una ó dos veces en la temporada, es
relativamente fácil controlarlo, pero recordemos lo que les pasa a los equipos
de futbol, por ejemplo, cuando la temporada ha sido larga y estresante: de
repente empiezan a perder partidos sin un motivo claro.
Taj Burrow, que después de ganar en el primer
evento del 2012, en Queensland, ha tenido una temporada mediocre, ha resucitado
ganando la final de Santa Cruz, aunque haya sido ante un surfista que no ha demostrado gran cosa este
año (30º en el ranking), pero que estuvo a la altura de su contrincante en esta
final, aunque se vio claramente la diferencia. Taj solo necesitó correr cuatro
olas para superar los constantes fallos de Wilkinson. Taj Burrow, tras ganar la final. |
¿Y qué
puede pasar en Pipe, para el título mundial? Muy fácil, de Parko y Slater el
que quede mejor de los dos, aunque sea por una mínima diferencia, será el que
gane, ya que su puntuación, habiendo deducido sus dos peores resultados, es
prácticamente la misma. Un solo puesto de diferencia será definitivo. Pero cuidado,
Fanning no está derrotado como creemos todos, yo mismo incluido. Imaginemos que de
aquí al 8 de diciembre se recupera y gana en Hawaii, y sus dos rivales, Parko y
Slater no pasan del 5º puesto (todo perfectamente posible): pues daría la
sorpresa del siglo y se proclamaría Campeón del Mundo.
Matt Wilkinson y Taj Burrow. |
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