jueves, 27 de junio de 2013

Resultados Pantín Circ Gall Open, Longboard y Paddle Surf, 2ª prueba

Pantín, siempre espectacular

En la playa de Pantín se celebró el pasado fin de semana, 22 y 23 de junio, la segunda prueba del circuito gallego de las categorías Open masculino y femenino, Longboard y Paddle Surf.
Por la previsión de oleaje muy fuerte, el domingo se destinó para el Open masculino, y el sábado se hicieron las restantes categorías, con olas de un metro, más que suficientes, que posibilitaron un desarrollo normal de las mangas clasificatorias así como de las respectivas finales. El día fue lluvioso y desapacible, pero en el agua hubo la temperatura suficiente para una buena competencia.
Néstor contento con su tercer puesto, como buen deportista que es. Foto FGS
Néstor Martínez fue tercero en la final de LB, final que ganó con diferencia sobre el resto de los competidores un fortísimo Alberto Fernández, surfer de Matalascañas (Huelva), pero asiduo de nuestras playas durante los veranos. Demostró un dominio de la tabla larga con un surf de giros radicales, un estilo moderno sin concesiones a las figuras clásicas de esta categoría.
En el open femenino, en el que nuestro club no presentó a ninguna chica, Erika Franco, que va creciendo en su surf día a día, no tuvo mucha competencia para ser la primera de su final sin demasiados problemas.
En master, que ganó el surfista de la Costa Norte, Chumi García, el Océano SC tampoco tuvo a nadie.
Iago, en los puestos de honor. Foto FGS.
En Paddle fue 4º en la final Iago Rodríguez, que va ganando dominio con rapidez en la tabla a remo.
Al día siguiente, el domingo, cuando llegamos a la playa, con la marea baja, las series que caían rebasaban todas las previsiones que se había hecho el día anterior, ya que nadie se esperaba lo que nos encontramos. A primera hora entraban de vez en cuando gigantescas series de cuatro a cinco metros, y lo peor no era el tamaño, sino que al llegar al pico rompían con intenciones asesinas. Bueno, que nadie se atrevía ni a situarse en el pico para verlo de cerca…
Se esperó pacientemente a que subiese la marea a ver si se ordenaba un poco (es un decir, ya que aquello era un revoltijo horroroso) y disminuyera algo la desmesurada altura de las series grandes que entraban cada varios minutos, arrollando a todos los que encontraba a su paso en el pico. Un surfista me contaba que, estando junto con otro competidor esperando una ola, entró una serie de tal calibre que después de haberlos sepultado a los dos bajo una enorme masa de agua, al salir a la superficie vio que, literalmente, su compañero había desaparecido, como si se lo hubiese tragado la ola. Menos mal que apareció en seguida, aunque unas decenas de metros más allá.
Día de olas enormes

Con la perspectiva que se encontraron los surfistas del open, de los sesenta inscritos en un principio solo se confirmaron en el checking la tercera parte, veinte valientes que no se amilanaron con el espectáculo que ofrecía el mar a mediodía, y se dispusieron a enfrentarse no solo contra sus competidores, sino sobre todo contra el mar enfurecido, cosa que hay que medírsela bien primero. Cuatro mangas de cinco, y treinta minutos fueron las condiciones de la prueba. Los surfistas empezaron entrando por el canal, pero al llegar casi a la punta entró una enorme serie que desbarató sus intenciones de sortear el oleaje. La otra ruta elegida fue la del medio de la playa, en donde se forma actualmente otro canal.
Marnela, infierno blanco. Foto Jesús Busto.
Así se fueron sucediendo las mangas, en las que se bajaron olas de más de tres metros cuya principal dificultad, como dije al principio, no era tanto su tamaño como la forma de romper, ya que si lograbas ponerte de pie la bajada era de vértigo y con un espumón rozando la espalda.
Miguel Pérez-Moneo en plena batalla contra sus contrincantes y contra los elementos. Foto Occy
De las cuatro mangas de cuartos pasaron a semis ocho surfers que tuvieron que volver al sufrimiento, lo que hicieron con resignación pero con deportividad, y por fin, la final, en la que estaban Alberto Reimunde que ganó con autoridad, Esteban Rey, que peleó como un superman desde el primer al último minuto, Chumi García y Miguel Pérez-Moneo, del Océano SC, clasificados por ese orden, y todos riders de ola grande excepto Miguel, al que esas condiciones no le favorecían, pero que supo sin embargo afrontarlas bien durante toda la competición.
Luis hizo méritos de sobra para estar en la final, surfeando magníficamente sobre todo en  la manga de cuartos. Foto Occy
Luis Rodríguez, que hizo una excelente manga de cuartos no logró acumular suficiente puntuación en semis quedando tercero por muy poco. Muy a destacar Erika Franco, que no se amilanó y fue de esos veinte valientes que decidieron entrar, al igual que un surfista –de nuestro club, un orgullo- todavía demasiado joven para enfrentarse a ese mar, pero que no tuvo problemas aun quedando eliminado como Erika. Alvaro Froján, con sus catorce años fue premiado por la Organización porque tiene mucho mérito haberse metido en ese infierno blanco. Otro sufer del Océano que entró en manga fue Diego Rodríguez, que peleó también lo suyo aunque quedó eliminado en cuartos.  
Alvaro Froján, hay que apuntar este nombre con futuro en el surf. Foto Occy
En definitiva, campeonato espectacular, interesante, bonito y competido, en el que se demostró que entre los surfistas gallegos hay muchos “big riders”. Supongo que cuando surfeas habitualmente una playa como Pantín, muchas veces tienes que lidiar con condiciones de mar como las que hubo y, simplemente, te vas acostumbrando. Aunque te tiene que gustar mucho el surf para estas batallas con la Naturaleza enfadada, eso por supuesto.

Texto: Carlos Bremón
Fotos: Federación Galega de Surf, Jesús Busto, y Pablo Romero (Occy). Para ampliar las fotos, clicar en ellas.

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