Después de casi seis décadas de alegrarnos la vida, de transferirnos su energía, su inconformismo, su rebeldía, de contagiarnos su amor por la libertad, de descubrirnos el R&B y su fusión con el rock más auténtico, de volarnos la cabeza con (I can’t get no) Satisfaction y otras docenas de inolvidables canciones…qué menos que dedicarles el programa completo en una fecha tan señalada y triste como la del último viaje de Charlie Watts. Los admiradores de Charlie, llevados por su cariño y la tristeza del momento, tal vez exageraron sus virtudes e importancia para la banda. Y decimos esto porque si algo caracterizó a los Stones en su década gloriosa -1962/1972- fue su sentido de grupo. De hecho sus escarceos en solitario no condujeron a nada notable, de ninguno de ellos. Sin embargo, sus cinco cimas en esa década, Aftermath, Beggars Banquet, Let it Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main Street son inalcanzables para el resto de bandas de la historia, Beatles aparte, que eso es otra historia y con bastantes paralelismos. En estos días hemos comprobado definitivamente que los Rolling Stones son mortales, pero no su música, que los sobrevivirá para siempre. Buen viaje Charlie!!.... y saluda a Brian de nuestra parte!!
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